domingo, 6 de abril de 2008

Viven como ovejas.


¡¡¡Bueno, señoras y señores!!! Definitivamente la imagen anterior lo explica casi todo. Estamos ante un caso, de equinovinería. No, no vende vino; y mucho menos lo hace el caballo. ¡Por favor! .Qué barbaridades son esas. Se trata de una nueva raza de equinos. Se trata de la interpretación de las frases: “El mercado lanar ha crecido un montón”, y “Quien posee lana hoy en día, anda más rápido en el campo” .Este ejemplar se encuentra en la ruta 9 y acaba de ser esquilado(su lana fue enviada a Chile).Es el quinto que se encuentra en nuestro país. El primer caso de equinovinería se dio el 1932, cuando un ejemplar ovino, desapareció de una chacra, por tres días, y regresó con tres mechones de pelo equino y una dentadura postiza nueva. No es muy difícil adivinar lo que sucedió en esos “tres días misteriosos”.Sin embargo decidimos hablar con el equino para asegurarnos de lo ocurrido. Cuando hablaba con nosotros, se emocionó mucho, y... no olvidemos que es su pasado. Nos decía que fue su tátara tátara abuelo, el primero de esta raza. Según el equino, él y su progenitor se sentaban todos los días luego de Telenoche (Edición Central), al lado de la estufa, a conversar y escuchar historias. Era lo único que se podía hacer. Obviamente no había televisión, y mucho menos computadoras. Solo los interrumpían el canto de algún ave, o la llegada de un mensaje de texto. Su padre le contó la historia de su raza, porque ha pasado de generación en generación. Resultó ser que la noche en que el ovino escapó de la chacra (con ayuda de las gallinas), se llevo con él (o ella, porque eso es algo que nunca se supo) todo el equipamiento del veterinario Bartolo. Cuando llegó donde el equino (tátara tátara abuelo, de nuestro amigo lanar), habló con él y le explicó la necesidad de unir a las ovejas con las vacas. Así llegaron al acuerdo, de que el ovino extrajera unos genes del equino, o de la oveja misma y los introdujera en el otro.-Fue todo un viaje- expresa nuestro amigo. Y sí…no es fácil hallar un gen con una lupa y un bisturí. Pero al fin lo encontró. Y gracias al (o a la) ovino (1928-1935 Abra Perdomo) hoy podemos ver ejemplares como el que está frente a nosotros ahora, o como el que ustedes ven en la fotografía. La ciencia no se lo explica, la filosofía dice que no sabe aun si existe, y a la sociología no le interesa, porque aun no existen antrovinos. Bah…que falta de coherencia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jijiji becitoss rafa te adooroo mucha suerte!!!!!!!!





sofi

Anónimo dijo...

hola rafa!
como estas??
we re lindo el material de la iliada
espero uqe tes de 10
grax x tu post!
bsts!

byeee!!