domingo, 25 de noviembre de 2007

El Aburrimiento


Cumpliendo con lo solicitado por una lectora, voy a hablar sobre un tema que para algunos puede parecer aburrido: el aburrimiento. Un tema cotidiano y que todos sufrimos en nuestras vidas. El aburrimiento es algo universal, ósea está presente acá, en Uruguay, como en China o en los Polos.
Sócrates era, y es conocido como “el padre del concepto” porque ponía hincapié en que debíamos saber definir conceptos. Por ejemplo, creo que todos sabemos lo que es la libertad, pero a la hora de expresarlo se hace muy difícil explicarlo y muchas veces nos es imposible (entonces: ¿Sabemos qué es la libertad?).Con el aburrimiento pasa algo parecido. En todos nosotros hay una noción de lo qué es el aburrimiento, pero a la hora de definirlo ¿Podemos? .Si queremos explicar el concepto “aburrimiento”, no debemos “caer” en la utilización de expresiones del lenguaje que produzcan el decaimiento del nivel de nuestra definición. Me refiero a no decir por ejemplo “Aburrimiento es cuando no se que hacer”.Tampoco podemos redundar, utilizando las mismas palabras. O sea no es conveniente decir “Aburrimiento es cuando me aburro”.
En mi opinión el aburrimiento es un estado de ánimo, en el cual están presentes la indecisión y el cansancio rutinario. Es un aspecto que afecta a la parte psicológica de nuestro ser. Sin duda alguna, es un estado en cual no se puede permanecer mucho tiempo.
Siempre me pregunto por qué nos aburrimos. También me cuestiono, y pienso en qué hacían las personas antes para divertirse. El aburrimiento es un problema que ha afectado a la humanidad desde siempre. En el pasado no había computadoras, ni televisión, tampoco radio, ni video juegos. Hoy es muy distinto. Sin embargo muchas veces nos seguimos quejando de que no sabemos qué hacer y que estamos artos de los mismos juegos y de realizar las mismas tareas. El ser humano es un ser muy desconforme. Frecuentemente le llamamos divertido a lo nuevo y aburrido a lo cotidiano. Eso que ahora es nuevo en unos días va a pasar a ser parte de nuestra rutina y por lo tanto pasará a ser aburrido (esto pasa con casi todas las cosas).
A veces el aburrimiento es una creación nuestra. Si bien soy una de las personas que piensa que en la mayoría de las acciones, necesitamos compañía para divertirnos, hay ocasiones en la que somos nosotros mismos los que debemos actuar para no aburrirnos. Si estamos solos en casa por qué no tomar un libro y leer, por qué no entrar en la Web y buscar noticias sobre temas que nos interesen, por qué no asir una pelota y jugar nosotros contra el murito, por qué no dedicarnos a arreglar el jardín, por qué no ir al centro y tomar un helado, por qué no aprehender un lápiz y un papel y escribir, escribir sobre lo que queramos, o por qué no dedicarnos simplemente a recordar momentos bonitos de nuestra vida. Todo está en nosotros y en nuestra iniciativa. En el mundo en el que vivimos muchas veces podemos decir:"Si nos aburrimos es porque queremos".

domingo, 18 de noviembre de 2007

El conocimiento


El conocimiento es la única arma que tiene el hombre para “defenderse”.Como se expresa en un texto, (publicado en "Revista Cefyl", UBA .Nº13,1959) escrito por Pucciarelli, “Es necesario (…), saber para poder subsistir, en (…) la situación amenazada del hombre en el mundo”.Sin lugar a duda, somos el “animal” mas débil del planeta. Algunos tienen garras para defenderse, otros son veloces, algunos poseen grandes venenos, etc. Pero… ¿Y nosotros? Lo único que tenemos son nuestras capacidades mentales (superiores a las de los demás animales), y nuestras manos. El conocimiento, es lo que hace que nosotros seamos los seres dominantes. Muchas veces le damos muy poca importancia a este tema. Ignoramos, tal vez, que el saber es la base que permitió y permite la subsistencia de nuestra especie. A continuación se plantean algunas preguntas problematizadoras, por así decirlo, que serán contestadas (parcialmente), más adelante en el texto: ¿Cómo hacemos para conocer? ¿Cuánto sabemos?; ¿Es mas lo que sabemos que lo que no conocemos?; ¿Puede una persona poseer todos los conocimientos?; ¿Va a llegar un día en el que no van a surgir más cosas por conocer? .Haciendo alusión a la primer pregunta, la respuesta radica en que el ser humano está conectado con el mundo gracias a los sentidos, y es por medio de ellos que accedemos al saber. Para una mejor interpretación del tema explicaremos cuáles con las fuentes del conocimiento:
_ La Fe: Creer en algo o en alguien, tener confianza. La fe no cuestiona; acepta por la autoridad de quien lo dice.
_La intuición: Se presenta en verdades simples. Por ejemplo: “Yo soy”, “Yo existo”.
_La razón: Mediante una o más verdades podemos extraer una tercera. Por ejemplo: “Los uruguayos son americanos y los maldonadenses son uruguayos”, por lo tanto “los maldonadenses son americanos”.
_La experiencia: Mediante los sentidos conocemos. Por ejemplo: Probamos una taza de café y decimos si está amargo, dulce, etc.
No me gustaría hacerlo demasiado extenso ni aburrido para los lectores, pero creo necesario tomar la teoría del conocimiento de una gran filósofo como Platón. La gnoseología es la rama de la filosofía que estudia el problema del conocimiento .Y Platón da una solución a dicho problema. Todos los datos que aparecen a continuación hasta el fin de este párrafo son exclusivamente partes del pensamiento de este señor antes nombrado Según este filósofo la realidad está dividida en dos mundos: el sensible (donde nos encontramos nosotros, nuestro cuerpo) y el inteligible (donde se encuentran las esencias de las cosas).El hombre tiene naturaleza dual, o sea posee alma y cuerpo. El alma preexiste al cuerpo y perdura después de que este muere. La primera de las dos partes nombradas en el enunciado anterior antes de entrar al cuerpo, está en el mundo inteligible, frente a las esencias de las cosas. Es en ese tiempo, en el que adquiere los conocimientos. No todas las almas pasan el mismo tiempo en el mundo inteligible, y Platón fundamenta que esta es la causa de que algunas personas sepan más que otras; ya que las almas que pasaron más tiempo ante esas esencias son las que saben más (las de los filósofos).En el momento en que el alma entra al cuerpo, se olvida de todo. El conocimiento es una reminiscencia. El hombre si quiere conocer lo único que debe hacer es recordar. Lo puede hacer mediante estímulos como la belleza o ayudado por alguien.
El hombre en esencia es ignorante. Esto se ve muy bien reflejado en una frase dicha por Sócrates (S. V a.C): “Yo sólo se que no se nada”.Este filósofo fue maestro de Platón. Para muchos es el modelo “perfecto” de filósofo. Tenía la capacidad de demostrarle a un Hombre lo ignorante que era. Su método consistía en dejar hablar a las personas que se creían dueñas del conocimiento, y luego hacerles preguntas que no pudieran responder. Al final la persona se sentía descubridora del saber. El conocimiento es algo infinito, algo de lo cual podemos tener certeza que nunca se va a acabar. El saber está ahí, esperando ser visto. Tal vez acechando detrás de las páginas de un libro, o simplemente a nuestro alrededor. Quizás Sócrates tenía razón al decir que cada uno de nosotros debe buscar su propio conocimiento y que esa búsqueda debe ser permanente.
A continuación haré una comparación, pero esta es surgida de mi propio pensamiento:
Imaginen a un hombre, que busca conocer todo. Imaginen al conocimiento como las huellas de los zapatos de ese hombre en la Tierra. Entonces si ese hombre busca conocer todo, lo que debe hacer es recorrer todo el mundo caminando, y dejando sus huellas a cada paso, en cada micrómetro de la Tierra. ¿Creen que eso sería posible? Yo pienso que no. Primero que nada es demasiado corta la vida de un hombre. Además siempre le quedarían zonas por pisar, nunca llegaría a cubrir con sus pisadas todo el planeta. Recordemos que hay zonas inaccesibles para el Hombre (montañas, partes rocosas, ríos, etc.).Incluso en los lugares donde pisó no puede cubrir toda su huella, quedando partes microscópicas que no ha sido “conquistadas”.El hombre quedaría agotado antes de cubrir una décima parte de su objetivo. También tenemos que tener en cuenta que los terrenos cambian, y que puede suceder que algo conocido pase a ser totalmente desconocido después de la actuación de los agentes erosivos. Por lo tanto nuevos conocimientos estarían surgiendo siempre.
Suponiendo que una persona fuera dueña de todos los conocimientos no lo podríamos comprobar. Como dije antes la vida del hombre es relativamente corta y no le alcanzaría la vida para mostrarles a los demás Hombres todas las huellas que ha dejado en el mundo. No está demás decir que sus huellas pudieron ser trilladas por las de las demás personas y por lo tanto parte se lo que ha hecho no lo pueda demostrar.
Es imposible que un hombre sepa todo acerca de todo, pero es más imposible aún que si lo supiera lo pudiera demostrar.


viernes, 16 de noviembre de 2007

De la noche a la mañana


Hacía tres horas que reposaba en su cama tratando de dormirse. Cuando llegó a ella estaba agotado. Sin embargo el cansancio desapareció como por arte de magia, cuando su espalda se apoyó en el acogedor colchón. Desde entonces su mirada estaba perdida, tenía los ojos como platos y no podía juntar los párpados más tiempo que el necesario para parpadear. Su mente describía un vacío, estaba en blanco. Al parecer sus sentidos no respondían para nada. No había ruidos, ni aromas en aquel oscuro cuarto; tampoco nada para ver y ni siquiera sentía que su mano estaba tocando las sábanas. De un momento al otro el hombre se enderezó parcialmente en su cama, quedando apoyado en su codo, sobre el colchón que se hundía un poco más en la unión del brazo y el antebrazo, que en el resto del cuerpo. Con su mano izquierda, tanteó en la meza de luz y encendió una lámpara que iluminó tenuemente la habitación. Volvió a la posición en la que estaba hace un momento: apoyado en su codo, sobre la cama. Se quedó en silencio y pensativo; era evidente que tenia ganas de hacer algo. Pero la pregunta era: ¿Qué quería hacer?, ¿Qué querría hacer un hombre a la una y media de la madrugada que lo mantenía despierto?.¿Leer?No.¿Escuchar música? No. La tercer idea que le vino a la cabeza fue la que más lo convenció: tenía ganas de hablar con alguien. Pero…¿Con quién?Esa pregunta no era necesaria para él, era obvio que con la única persona que desearía hablar a esa hora sería con Ella. Se quedó aún más pensativo. Era raro aquello que sentía, porque de tener esa chica en frente no sabría que decirle. Y era cierto, no estaba enterado aún cuál era el tema de la conversación que quería entablar con esa muchacha. Un simple bostezo fue el máximo movimiento que el hombre realizó después de prender la lámpara. Luego de eso cerró los ojos unos segundos para concentrarse más en su pensamiento. Cuando los abrió muchas cosas habían cambiado. En primer lugar el cuarto estaba más iluminado que antes, pero ahora la lámpara estaba apagada al igual que el ventilador. El hombre se encontraba en la misma posición, con los ojos como si recién se hubiera despertado, o si no hubiera dormido. Hacía más calor y su figura estaba marcada en la sábana por le contorno que dibujaba el sudor de su cuerpo. Un olor raro y llamativo, pero bastante placentero cubría el lugar .El joven no entendía nada de lo que pasaba. Recorrió la habitación con sus ojos; y cuando estos enfocaron el colchón, allí estaba: una caravana enchapada en oro, de muy buena calidad, que él mismo había comprado en una tienda.